Sunday, November 13, 2005
Tuesday, November 08, 2005
La arquitectura como mass-media
http://www.ucentral.cl/Sitio%20web%202003/Revista%20Farq/pdf/01.pdf
c) La arquitectura como mass-media
La denominación "medios de comunicación de masas" surge en los primeros esfuerzos de investigación referentes al impacto de las tecnologías de la comunicación sobre la sociedad. Se concibe entonces un modelo de comunicación que supone, por una parte, la emisión de mensajes activamente poderosos con capacidad de modificar conductas y actitudes de personas y organizaciones. Por otra parte supone audiencias, públicos o receptores, pasivamente expuestos a los efectos de la comunicación y vulnerables frente a objetivos de persuasión y modelación. A la luz de ulteriores investigaciones, se hizo manifiesto lo inadecuado de la expresión mass-media. Ni los mensaje poseían la capacidad que se les atribuían, ni el receptor resultó ser una masa homogénea de individuos. No hay efectos únicos del mensaje sino que su contenido es susceptible de múltiples interpretaciones. Tampoco hay masa sino conjuntos heterogéneos de personas y grupos activos, socio-culturalmente condicionadas por su inserción en un sistema social, dotados de estructuras personales de recepción y selectividad, y con capacidad de discriminación frente a los mensajes emitidos y transmitidos por los medios (Otero, 1999).
Dada esta multiplicidad de significados que pueden tener los mensajes portados por las imágenes del espacio arquitectónico urbanístico, su estudio podría ser visto como un extenuante ejercicio de dudosa utilidad, pero también es esta diversidad de posibles significados que emergen en el marco de la cultura lo que hace necesario su análisis. Por ejemplo: no se ha detenido el análisis de la obra poética mistraliana o nerudiana porque están emergiendo constantemente de ellas significados nuevos y diversos.
En esta empresa hay ciertamente objetivos de diferente accesibilidad y enfoques metodológicos
de distinto alcance. Un objetivo sería desarrollar una indagación sobre el significado de la imagen del conjunto de las ciudades chilenas, otra sería investigar cómo las ciudades desarrollan ciertos singulares entretejimientos de significados que le dan sentido de identidad, como sería el caso, por ejemplo, de la "romanidad" de Roma. Otra, es desentrañar arqueológicamente los significados ideológicos de los distintos fragmentos discernibles de la ciudad. Entendemos, entonces la pregunta de Lefebvre, en cuanto referida a una perspectiva metodológica que busque tales significados en la imagen arquitectónico urbanística de la ciudad, reconociendo en ella la constitución de un determinado "texto-mensaje". Ya sabemos que éste es portador de discursos que se despliegan interdiscursivamente en el conjunto de la cultura.
Que la arquitectura se constituye portando mensajes es una afirmación que encuentra soporte en la actividad de diversos investigadores. El análisis de Harry Pross (1974) sobre las formas y estructuras de simbolización del poder, a nivel de la organización del espacio físico, es un buen referente en este respecto.
Los símbolos políticos más relevantes remiten a las categorías de arriba/abajo,dentro/fuera, claro/oscuro. El hecho fundamental de que el individuo sólo puede experimentar la realidad mediante signos, se convierte en un medio de dirección de los hombres por parte de otros hombres con ayuda de los signos.
En la concepción de este autor hay un poder simbólico del orden, el que se configura como una constelación de signos estructuradores de consenso. Al interior del consenso se encuentra la dialéctica de la subordinación y supraordinación. Es esta relación la que aparece simbolizada presentativa y discursivamente operando a través de formas. En ésta reflexión Pross se encuentra con György Lukács (1974) a quien cita:
"El receptor cree que los contenidos actúan sobre el; no sabe que todo a través de lo cual el percibe los contenidos: tempo, ritmo, acentuaciones, elipsis, distribuciones de luz y sombra, etc. es la forma, o mejor dicho, la vía que lleva a la forma como centro inmediato... La forma es la que ordena en un todo cerrado la vida que hay en ella como materia, en una obra... Es la que empuja las cosas a un primer plano o las deja en último plano, agrupándolas (Lukács 749).
Concluye Pross: desde el punto de vista de la vida social, son las formas las que deciden, no los contenidos.
Otro cauce de pensamiento que se abre paso hacia la consideración de la arquitectura como un medio de comunicación es la reflexión de Pierre Bourdieu (1999), quien examina las mediaciones que el espacio arquitectónico-urbanístico hace con respecto a las estructuras de poder:
"Así, la estructura del espacio se manifiesta, en los contextos más diversos, en la forma de oposiciones espaciales, en las que el espacio habitado (o apropiado) funciona como una especie de simbolización espontánea del espacio social. En una sociedad jerárquica, no hay espacio que no esté jerarquizado y no exprese las jerarquías y distancias sociales"... "En términos más generales, las sordas conminaciones y los llamados al orden silenciosos de las estructuras del espacio físico apropiado, son una de las mediaciones a través de las cuales las estructuras sociales se convierten progresivamente en estructuras mentales y sistemas de preferencias. Más precisamente, es indudable que la incorporación insensible de las estructuras del orden social se cumple, en buena medida, a través de la experiencia prolongada e indefinidamente repetida de las distancias espaciales en que se afirman determinadas distancias sociales, y también, más concretamente, a través de los desplazamientos y movimientos de los cuerpos que esas estructuras espaciales, y con ello naturalizadas,
organizan y califican socialmente como ascensión o declinación, entrada (inclusión, cooptación, adopción) o salida (exclusión, expulsión, xcomunión), acercamiento o alejamiento con respecto a un lugar central y valorizado.
La arquitectura es de cuerpo presente, es actoral, esta puesta en escena, responde a una dramaturgia. Es un buen medio para la circulación de formas de significación que interesan a los sectores dominantes en la sociedad. Por cierto, los significados de la ciudad o de fragmentos de su edilicia no se agotan en el texto-mensaje arquitectónico urbanístico, sino que emergen de las múltiples formas en que opera la construcción social de la realidad.
Por cierto habrá arquitectura sin parlamento, inexpresiva, magra de palabra o de natural laconismo, pero habrá otras abiertamente constituidas en una suerte de intencionalidad narrativa y orientadas a diversos géneros de relato, sin que nada garantice necesariamente su coherencia interna. En este respecto el programa que se propone toma como objeto de estudio aquella arquitectura con buenas razones históricas para constituir mensaje. Plantea que hay momentos en los cuales el poder se vale de las formas para organizar activamente su utopía.